Friday, 18 November 2022

Plaza de las Mercedarias

Construida sobre el solar del antiguo Monasterio de la Visitación de Santa María de las Salesas, se denominó de San Bartolomé, cambiándose por el actual de las Mercedarias, para evitar confusiones con la inmediata a la parroquia de dicho nombre.

En esta plaza, estuvo en su momento la Iglesia de San Bartolomé, que posteriormente se trasladaría a su emplazamiento actual, en la Calle Levíes.

Una vez trasladada la parroquia, y en el solar que quedó vacante, establecieron sus casas los Marqueses de Villanueva del Fresno. Los cuales, en el siglo XIX, dejaron su lugar al Convento de las Salesas. Este convento se mantiene, hoy día, a pesar de los hechos acaecidos durante la Guerra Civil.

Lo mismo se podría decir del vecino Convento de las Mercedarias, que durante la Guerra Civil sufrió mucho más que el de las Salesas. El de las Mercedarias es el que da nombre a la plaza que nos ocupa, el cual data de 1625.

A parte de estos dos conventos, debemos fijarnos en otro elemento destacado de la plaza, una cruz de forja. Cruces como esta, eran muy habituales para recordar que en ese lugar había habido un cementerio, para marcar los límites de las collaciones, etc.

El pavimento inconcreto de losas de Tarifa y unos Brachychiton populneum componen el conjunto de esta diminuta plaza, remodelada recientemente con la plantación de laureles de Indias, naranjos y árbol de Júpiter muchos desaparecidos. Colocándose bancos de piedra en la misma.



Plaza Pilatos


Junto al que fuera seguramente el trazado del Decumano Maximo de la Sevilla romana y a la altura del actual, construyen a finales del siglo XV su palacio D. Pedro Enríquez –Adelantado Mayor de Andalucía- y su mujer Dª Catalina de Ribera. Es entonces cuando para conseguir cierta amplitud delante de él, que le diera mayor realce, compran varias casas que derriban, dando lugar a una plazuela que será conocida como plaza del Adelantado. Se sabe de ella que tenía casas con soportales y una fuente. A finales del siglo XVI se llamará  plaza del Marqués de Tarifa, título concedido al hijo de los anteriores D. Fadrique Enríquez de Ribera quien reformó profundamente el antiguo palacio, especialmente a la vuelta del viaje realizado a Tierra Santa entre 1518 y 1520. Según la tradición, es entonces cuando decide establecer un Vía Crucis que tenía su primera estación en el palacio y la ultima en el humilladero de la Cruz del Campo y que presentaba una distancia similar a la existente en Jerusalén entre el Palacio de Poncio Pilatos y el Gólgota. Debido a ello pronto el palacio es conocido como Casa de Pilatos, (su verdadero nombre es Palacio de San Andrés) denominación que con el tiempo (finales del siglo XVIII) tomará también la plaza, después de conocerse también por plaza del Duque de Alcalá,  título concedido por Felipe II a Per Afán de Ribera, otro de los descendientes del que fuera Adelantado Mayor, que quedará después incluido entre los que ostenta la Casa Ducal de Medinaceli, su actual propietaria.


El palacio es un interesante edificio que muestra las primeras manifestaciones del Renacimiento italiano en Sevilla –en especial su portada- dando lugar a un conjunto que hoy es pieza esencial del mudéjar y plateresco sevillanos. Tras las reformas de Per Afán de ribera, virrey de Nápoles, alberga además una buena colección de mármoles italianos. Posee también unos interesantes jardines en su interior. La plaza carece hoy de fuente, desaparecida la que tenía a finales del siglo XIX. Ha experimentado numerosas reformas entre las que cabe destacar la de 1860 en la que se plantan acacias y se la dota de asientos y farolas de gas. En 1873 es objeto de plantación de naranjos que, junto con las acacias, se mantienen hasta la actualidad. En 1977 la Plaza de Pilatos se remodeló nuevamente, instalándose su pavimentación actual.


La plaza posee dos espacios o ámbitos distintos separados por un tramo de calzada que une las calles San Esteban y Aguilas. El primero de ellos es un recinto de planta aproximadamente triangular situado junto al edificio del palacio, ajardinado con naranjos que en sus alcorques se han visto adornados recientemente con macizos de bonetero (Euonymus japonicus) y con pavimentación de enchinado. El otro espacio, de mayores dimensiones y planta trapezoidal  situado al otro lado, es la plaza propiamente dicha. Se encuentra rodeado de edificaciones por tres de sus lados, quedando libre el correspondiente a la calzada citada, que permite el acceso de vehículos desde la calle San Esteban. Éstos pueden rodear la plaza sobre una vía adoquinada con granito, y volver a incorporarse al tráfico hacia la calle Aguilas o Caballerizas.

La jardinería de esta zona se halla presidida por el monumento a Zurbarán sobre pedestal pétreo, (originalmente instalado durante la Exposición Iberoamericana en el Pabellón de Extremadura junto a la avenida de Portugal) que presenta la particularidad de poseer en su base un arriate delimitado por un pequeño seto interior de pitosporo y cuatro ejemplares, en las esquinas, de dama de noche (Cestrum nocturnum), que con su penetrante aroma contribuyen a hacer de este lugar un relajante remanso en las cálidas noches sevillanas, sólo turbado por el tráfico de la calle San Esteban. Ésta formula del arriate era frecuente en muchas plazas del XIX y que se organizaban en torno a un monumento central, quedando hoy sólo aquí y en la del Museo (ambos reformados). La vegetación se completa con tres palmeras (Phoenix canariensis) en alcorques circulares elevados y sobre las que trepan grácilmente jazmines blancos (Jasminum officinale). Resulta curiosa su disposición triangular en torno al monumento, en lugar de la habitual cuadrada.

Con  la última reforma de la plaza, que la dotó de bancos de fundición aislados –en lugar de los antiguos de piedra- se han plantado en el perímetro acacias negras (Gleditsia triacanthos var. Inermis) que han sustituido a las anteriores con espinas. La solería  combina piezas pétreas cuadradas de Sierra Elvira, con pequeños enchinados, también cuadrados, que forman un damero con las anteriores y proveniente, en su mayor parte, de la citada reforma llevada a cabo por el arquitecto municipal Amalio Saldaña.

Plaza de San Leandro

 Recibe su nombre por el convento de monjas agustinas fundado alli en el siglo XIV tras una donación de Pedro I. En fechas posteriores el convento procedió a la compra de otras casas y a su ampliación, de forma que hoy ocupa una extensa parcela entre San Leandro, Zamudio, plaza de San Ildefonso e Imperial, lindando con la Casa de Pilatos. La iglesia, atribuida a Juan de Oviedo, es del tránsito del s. XVI al XVII; su fachada blanca es de gran sobriedad y en un lateral hay un azulejo dedicado a Santa Rita de Casia, abogada de los imposibles. Este convento es famoso en Sevilla por los dulces elaborados en su clausura, que reciben el nombre de "yemas de San Leandro". 

Históricamente las funciones de esta plaza han estado condicionadas por su proximidad a la Alhóndiga; a finales del s. XVI los días de feria se celebraba una almoneda; desde esta centuria hasta mediados del XIX se vendían allí carretadas de paja y también hasta 1825 al menos, el Ayuntamiento había señalado éste como uno de los lugares de descarga de las hortalizas; en el último tercio del XVII contaba con tres tabernas; en 1922 se situaba allí una parada de carros de alquiler. Hoy el destino de la plaza es de asueto y disfrute de los residentes y transeú
ntes. 

Preside la plaza un enorme laurel de Indias que otorga majestuosa sombra a todo el lugar y la Pila del Pato, fuente muy conocida en Sevilla por haber tenido diferentes localizaciones en la ciudad, restaurada recientemente y cuyo surtidor de bronce en forma de pato le da su nombre.

Tuesday, 15 November 2022

Close to San Bartholomew (San Esteban Church)/ What to see close to La Judería del Buen Viaje

 



This temple was built on what was an old mosque, presenting three naves with an apse. On the outside, the church has two magnificent ogival stone portals, flared and with archivolts. The most artistic, is located at the foot of the church, and has beautiful images on columns under a canopy and a magnificent body of polylobed blind arches with sebka cloth topped by a fine row of horses carved in stone in the shape of lion's heads. The other, located on the side of the epistle, where the line of diamond points stands out in its interior arc. The date of these covers is estimated at the beginning of the 15th century.


Three longitudinal brick naves, the central one wider and taller than the lateral ones, separated by tall brick pillars on which the pointed arches support the wooden coffered ceiling and Mudejar-style roof. And as usual in this type of church, the presbytery, where the main chapel is located, is deep and topped with a polygonal apse, and is covered with a stone vault divided into sections by Gothic ribs.

The tower, attached to the front of the Epistle nave, is the product of several restorations. Built at the end of the 17th century by Juan Gómez, it suffered the effects of the Lisbon earthquake of 1755, then rebuilt according to a project by Pedro de Silva in 1758 and executed by his son Andrés.

Inside, altarpieces, images and canvases of great artistic, historical and cultural value are preserved, attributed to important artists such as Miguel Polanco and Zurbarán.

As a curiosity to indicate that the painter Valdés Leal was baptized in it.

In this temple lies the "Fervorous Brotherhood and Brotherhood of Nazarenes of Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, María Santísima de los Desamparados, San Juan de Ribera and Protomartir San Esteban", which was established in 1928, leaving for the first time time in 1929. The other Brotherhood, of glory in this case, that resides in the temple, is the "Ancient, Royal and illustrious Brotherhood of Our Lady of Light". It was founded in the 18th century, although there is evidence that it already existed in 1670, since its primitive rules date from 1677. It merged in the 18th century with the Sacramental and the Souls. It has always been under the patronage of the Dukes of Medinaceli, and during the works of the temple it has always been welcomed in the palace chapel. This Brotherhood has sometimes organized the procession of the Risen One, before the current brotherhood of the same name was established. In the parade the Virgin was accompanying an effigy of Christ. Currently its party and procession is celebrated in September

Alrededores de San Bartolomé (La Puerta de Carmona)/Qué ver cerca de La Judería del Buen Viaje

 



La Puerta de Carmona era una de las más antiguas e importantes de todas las que se abrían en la vieja muralla hispalense. Databa de época romana (al igual que la cercana de la Carne) y a ella llegaban los Caños de Carmona, que morían en el torreón que la flanqueaba por el lado derecho. Además, a sus pies nacían los caminos que comunicaban Sevilla con Madrid, con Andalucía Oriental y, por supuesto, con la ciudad de Carmona y toda la fértil comarca que se extendía a su alrededor.

Era conocida así desde época musulmana (la bab Qarmuna) y siguió llamándose igual una vez reconquistada la ciudad por las tropas de San Fernando.

Tras diversas obras de reparación y adecentamiento, en 1578 se reconstruye totalmente bajo los auspicios del Conde de Barajas y la dirección de Asensio de Maeda, tomando la forma que prácticamente mantendría hasta su demolición.

Fue prisión de caballeros (que eran recluidos en celdas habilitadas en las dos torres situadas a sus flancos), sobre el arco de medio punto se situaba un primer cuerpo en el que destacaba el escudo de armas de los Duques de Alcalá, sobre el que asimismo se ubicaba un segundo cuerpo en el que aparecía una imagen de la Purísima Concepción que estuvo allí hasta la invasión francesa.

Además de su importantísimo cometido comercial, la Puerta de Carmona tuvo un ajetreado historial bélico, demasiado para las contiendas que realmente ha vivido la ciudad.

Así, en el año 889 vio la entrada de las tropas califales que provenientes de Córdoba sofocaron una revuelta de la población de la Isbilya musulmana; ya en 1540, salieron por ella las tropas sevillanas que acudieron al auxilio de Gibraltar, que estaba siendo saqueada por los corsarios de Barbarroja. Dice la tradición que tan grande e imponente era el pendón de la ciudad que portaban las tropas hispalenses (capitaneadas por d. Rodrigo de Saavedra) que hubo que pasarlo por encima de la muralla ya que era imposible sacarlo por la puerta.

En este mismo sitio tuvo lugar el último combate librado en Sevilla por las tropas napoleónicas, que salieron de ella para siempre en Agosto de 1812. Lamentablemente, el Mariscal Soult había huido antes con todos los cuadros y obras de arte que había logrado recopilar a lo largo de su "fructífero" mandato.

Finalmente en 1843, durante el asedio sufrido por la ciudad en las guerras carlistas, cayeron según palabras de d. Alfonso Álvarez-Benavides 24 bombas sobre esta Puerta, o lo que es lo mismo, la friolera de 161 kg de hierro.

Sin embargo no sería una bomba ni una escaramuza bélica la que se la llevaría por delante, sino que sería derribada por métodos más tradicionales y pacíficos: y es que evidentemente la piqueta hizo de las suyas y en Diciembre de 1868, por el módico precio de 8.198 maravedíes, desaparecía para siempre y por los siglos de los siglos la Puerta de Carmona, el escudo de armas de los duques de Alcalá, la prisión de los caballeros y mas de 2000 años de historia de la ciudad.

Como vestigio de este pasado tan sólo nos queda hoy en día un pequeño y cochambroso lienzo de muralla en la calle San Esteban sólo visible a través de unas rejas que tiene en parte continuación hasta la calle Estella por la medianera de los edificios que configuran esa manzana (cuyos otros dos límites son la calle Tintes y Menéndez y Pelayo).